jueves, 27 de septiembre de 2012

Palo o Santo ¿por donde inicio?



Palo o Santo ¿Por donde Inicio?

La gran mayoría de las personas que estamos en estas religiones afrocubanas entramos a la religión porque alguien nos llevo o porque nos sugirieron ir con el santero o con el palero con la esperanza de que se resolviera el problema que traíamos encima sin embargo con el paso del tiempo nos damos cuenta que muchos de los que estaban cuando llegamos ya se salieron de la religión, algunos por diferencias con el padrino y otros porque no era lo que esperaban o porque simple y sencillamente no se les resolvió nada.

Con el paso del tiempo nos enteramos de que algunos hermanos de religión ya se “rayaron” pero nadie nos explica que es eso del rayamiento hasta que investigamos o alguien nos dice de manera superficial en que consiste la ceremonia y muchas veces lo invitan a uno a rayarse pero sin la mas minima explicación o razón por la cual se debe rayar uno.

Lo que yo les digo es que ni todo el mundo se tiene que rayar ni todo el mundo tiene que coronar el santo. Hay personas que entran a la religión y aprenden mucho de santo y de palo y luego se salen y esto es que seguramente el camino de esas personas es otro y se metieron a la religión precisamente porque necesitaban conocer de estas religiones como parte de su formación para poder en su verdadero camino crecer con bases.

Para entrar con bases a la religión no se empieza con el palo ni con el santo, lo primero que tiene que hacer cualquier persona que este interesada en entrar a estas religiones afrocubanas es una investigación espiritual para que allí sus muertos le digan a la persona si debe entrar o no a estas religiones y por donde empezar, sus muertos tienen el conocimiento para indicarle a la persona cual es el camino que debe seguir para que crezca espiritualmente porque a eso es a lo que venimos a la tierra.

Tengan mucho cuidado porque si ustedes se inician en palo o en santo sin que este sea su camino seguramente lo unico que van a conseguir es atraso.

Hasta aquí con este comentario.

Enrique